¿CUÁNTO ME PUEDO GASTAR?.
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Estimado consumidor, conscientes de la situación económica actual por la que estamos atravesando es importante para un consumidor como tú saber cuál es su capacidad económica y evitar situaciones "desagradables".
Vamos a dedicar, si me lo permites, unas entradas a hablar de los contratos de crédito al consumo, los gastos hipotecarios y del endeudamiento de los consumidores.
Empezamos por el último punto poniendo el acento en el llamado sobreendeudamiento.
Lo primero que conviene que tengas claro es cuáles son tus gastos e ingresos fijos mensuales, sin considerar aquellos de los que de modo ocasional puedas disfrutar (un premio de la lotería distorsionaria los cálculos que vamos a realizar).
En los ingresos debes tener en cuenta aquellos procedentes de las rentas del trabajo, pensiones de la Seguridad Social u otros ingresos periódicos de carácter público.
En relación a los gastos deberás tener presente aquellos que habitualmente tienes que satisfacer como pueden ser la factura de la luz, el recibo del suministro de agua, el consumo de electricidad, la hipoteca, el pago de créditos al consumo que hayas suscrito y cualquier otro a que te veas obligado a atender como podría ser la manutención de alimentos, indemnizaciones o sanciones.
A mi me gusta prorratear por mensualidades los gastos de carácter anual o semestral para hacer una estimación más acertada.
¡Pero ojo!, tanto en gastos como en ingresos computa el total de la unidad familiar.
Ahora, realiza una sencilla resta en la que minores del total de los ingresos todos los gastos a los que debas hacer frente y obtendrás una cantidad representativa de tu capacidad de endeudamiento, de tu solvencia (sencillo, y obvio, ¿verdad?).
Es decir, si el resultado es positivo querrá decir que con los ingresos que obtienes puedes hacer frente a todos los gastos que estás asumiendo (como dice la adivinanza "blanco y en botella, ¿que es?).
En relación al sobreendeudamiento existe una unanimidad generalizada a la hora de definirlo como aquel endeudamiento de una persona o entidad que excede a su capacidad de pago de la deuda.
En esta unanimidad técnica se estima que aquel consumidor medio que destina más de un 30%- 35% de sus ingresos para hacer frente al pago de préstamos, créditos y otras deudas financieras previsiblemente verá su capacidad para atender de forma habitual el pago de todos sus gastos seriamente comprometida cayendo en sobreendeudamiento.
Es decir, si a los ingresos que obtienes periódicamente le calculas el 30% o el 35%, respectivo, y este resultado es menor al total de gastos financieros asumidos en el mismo periodo implicará que te encuentras sobreendeudado y tu situación económica puede verse seriamente dificultada para atender los gastos mensuales.
Hablaremos en otras entradas del sistema de la segunda oportunidad para aquellos consumidores que resulten insolventes o prevean que lo serán de manera inminente.
Aunque seguiremos hablando de ello, te facilito una pagina de información financiera a la que quizás quieras echar un vistazo y profundizar en el apasionante mundo de la Economía Educación Financiera.
Finalizando para no cansarte...
Como te avanzaba al principio, en las siguientes entradas vamos a comentar los contratos de crédito al consumo, su formalización y los gastos que debe asumir el consumidor.
Gracias por haber llegado hasta aquí. Ponte en manos de un experto en consumo que te asesore y analice tu caso para atender a las peculiaridades que presente. Y recuerda, nunca dejes de aprender y compartir tus conocimientos para contribuir a un mundo más justo.
Ya lo dice nuestro refranero popular, "el que paga, descansa, y el que lo recibe, más". Te espero en mi próxima entrada.
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Gracias por tu comentario. Espero que este blog te sirva para saber un poco más de Consumo y resolver tus dudas. En breve atenderé tu consulta.